sábado, 25 de mayo de 2013

Daisy

Hola!, les traig un pequeño relato que escribía ya hace un tiempo. Espero que les guste y que dejéis vuestras opiniones en forma de comentarios. Os lo agradecería de corazón :)
Y ahora...Daisy




Daisy
                                       
       

Amaba a Daisy. La amaba. Pero claro que lo hacía, todos la amaban. Todos amaban a Daisy
Daisy Cleveland era una chica común, muy común. Y eso a ojos de todos la hacía perfecta; única e irremplazable. De pequeña, Daisy jugaba con sus muñecas, las vestía y cocinaba para ellas. Luego creció y vendió galletas para las exploradoras. Las muñecas fueron sustituidas por posters y discos. Como todas las chicas Daisy adoraba y se enamoraba del cantante pop del momento, para luego abandonarlo e ir a jurarle amor eterno a la próxima estrella juvenil. Daisy de maquillaba, se preocupaba de su aspecto y se pasaba horas en el tocador. Daisy era, una chica común. Con su pelo rubio, sorprendentemente liso y brillante, y tan corto que apenas si le llegaba a los hombros, su pequeño y delgado cuerpo que no pasaba del metro cincuenta, pero que con sus largas y blancas piernas le hacía parecer más alta; sus facciones  bonitas y su nariz respingada, todo en ella era digno de lo que se espera de una chica normal, una chica común
Pero en el vecindario la adoraban. La adoraban, porque todos los sábados, enfundada en una playera a rayas azules y blancas, con unos bermudas y sus desgastadas sandalias de tela, con su pelo cogido en dos diminutas coletas, Daisy salía de su casa, y tocaba todos los timbres, para darles a sus vecinos los buenos días.
Lo que nadie en el vecindario, ni siquiera sus padres, sabía; era que por las noches, las sandalias le cedían el lugar a unos impresionantes zapatos de tacón, los bermudas eran reemplazados por una minúscula minifalda negra, y la playera daba lugar a un ceñido y escotado top. Y entonces aparecía ella, la Daisy que iba con sombra de ojos y con un fuerte lápiz labial, la Daisy que saltaba de fiesta en fiesta, bebiendo, bailando, viviendo. Y por las mañanas, todo volvía  a la normalidad, y Daisy era otra chica, otra más del montón, una chica común
Él la conoció en la primera fiesta de verdad a la que iba. Se sentía desorientado, entre toda esa gente, sin saber muy bien qué hacer. Entonces la vio, la vio ahí, hermosa y despampanante, apenas si pudo creer que era ella. Entonces se le acercó, él le pregunto si quería bailar y ella le pidió cincuenta dólares, él creyó que eran prestados claro, ¿acaso había otra razón por la que querría cincuenta dólares?. Así que se los dio, le dio los cincuenta dólares y fueron a bailar, y bailaron y bailaron, y se besaron, y subieron al segundo piso, al lugar donde solo subían las parejas.
A la mañana siguiente, él despertó, sonriente, era sábado y la vería de nuevo. Pero cuando ella apareció en la puerta de su casa, con la misma playera, las mismas sandalias, las mismas bermudas, no hubo un solo gesto de reconocimiento para él, ni una sola mirada, ni un solo beso, ni un solo indicio de su noche juntos; solo un “buenos días”, común y corriente, como ella.
Para cuando entendió lo ocurrido, ya era demasiado tarde, ya estaba perdido, porque la amaba. Se había enamorado de ella. Amaba a Daisy, toda ella. Amaba a la Daisy que jugaba con muñecas, amaba a la Daisy que vendía galletas, amaba a la Daisy que idolatraba al ídolo pop que adoraba el resto. Amaba a la Daisy que todas las mañanas, de todos los sábados iba a darle los buenos días, a él, solo a él. Pero por sobre todo, amaba a la Daisy, que por las noches, cual vampiresa, bebía y vivía, a la Daisy rebelde y desatada, a la Daisy que desataba pasiones y rompía corazones. Esa era su Daisy, y por eso la amaba.
Por eso, todas las noches, salía de su hogar, vestido para una fiesta y con cincuenta dólares en el bolsillo, por eso todas las noches le “prestaba” cincuenta dólares, cada noche Daisy era suya, cada noche podía engañarse y creer que ella le amaba.
Hasta que llegó la noche, en que un individuo llevo más de cincuenta dólares, llegó la noche en que la arrancaron de sus brazos, ante las miradas atónitas y perplejas del resto.
A la mañana siguiente, un sábado, Daisy no salió a dar los buenos días. Esa mañana, Daisy no llegó a su hogar.
La encontraron muerta en un callejón, con un cuchillo enterrado en el pecho y una nota garabateada a prisa que decía “Un regalo de Jack el Destripador”. Estaba vestida con la playera, debajo de la cual estaba el top, aún llevaba la minifalda, sostenía los tacones en una mano y llevaba las sandalias a medio calzar. Todos se lamentaron y se preguntaron a que se debía aquella triste tragedia. Pero él fue el único que lloró.
Lloró porque la amaba, lloró, porque sabía que dentro de su bolso, debajo de los pañuelos, el maquillaje y las botellas, había una prueba de embarazo, que anunciaba como una sentencia fatal, el resultado Positivo.
¿Qué cómo lo sabía? Lo sabía porque la amaba, lo sabía porque había llegado primero, lo sabía porque Daisy no era la única que podía llevar una doble vida. Lo sabía, porque por supuesto, su nombre era Jack.




Y ese era el relato. Ojalá les haya gustado. No os olvidéis de dejar un comentario ;)
Saludos :D


4 comentarios:

  1. OMG. ES PER-FEC-TO. En serio, Fabiana, me lo esperaba todo menos esto. ME HE QUEDADO FLIPANDO COLORES. ¿Él la mató por el embarazo? ¿En serio la quería tanto? O-o Me has dejado a cuadros. Espero que subas relatos más magníficos como este. ñ-ñ
    Me has hecho llorar.

    ¡Un beso!!
    CS

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    Respuestas
    1. GRACIAS! Final inesperado muajaja.
      Tú me has dejado flipando con este primer comentario del blog (es que con el diluvio que hay por estos lugares me pongo sentimental)GRACIAS!!!
      Intentaré subir otros pronto.
      Besos :D

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  2. INCREIBLE. INCREIBLE. Doblemente INCREIBLE. Y vuelta a empezar. De verdad es increibleeee *---*

    Creo que me he aficionado a la palabra INCREIBLE. Se nota verdad??
    En serio, no me esperaba este final. Espero que haya más textos como esteee. :)

    PD: He estado leyendo los capitulos de tu otro blog "en las alas del Sinsajo".... porfavor increible <3 Perfecto, sin palabras, hermoso y sobretodo INCREIBLE.

    Espero que subas el capitulo 11 pronto, de mi parte otra fan más que leerá tus historias :P :)

    Alé que me voy por las ramas. Espero, si tienes tiempo, que me respondas, me haria mucha ilusión!!

    Un beso: Katy Galletass (Mejor KATY G.) ;9

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  3. GRACIAS! GRACIAS! GRACIAS! Increíble son quienes dejan comentarios así, en serio me sacan una sonrisa enorme y me alegran el día.
    Muajaja, me gustan los finales inesperados. Ten por seguro que habrá más como este (trataré) ;)
    PD: Gracias de nuevo!, espero verte por allí :), trataré de subir pronto el capítulo 11, pero es que estoy hasta los topes de pruebas y trabajos. De todos modos, va en camino.
    Besos :D

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Cute Ghost Boo